Armero

Los fabricantes de corazas y escudos eran trabajadores altamente cualificados en Roma y fueron un factor esencial para su éxito militar. El tipo de protección usado por el ejército romano se desarrolló durante muchos siglos de campañas, a la vez que las estrategias y las formaciones iban cambiando. Los primitivos soldados romanos debían pagarse su propio equipamiento, de modo que la posición de un soldado en el frente estaba estrechamente relacionada con su capacidad adquisitiva.

La armadura clásica del legionario se desarrolló solamente tras las reformas de Cayo Mario y pasó a ser el modelo estándar durante muchos siglos. La armadura del cuerpo podía ser de cuatro tipos: la lorica squamata o armadura de escamas, la lorica segmentata, hecha con placas metálicas, la lorica hamata, realizada con cota de malla, y la lorica plumata, una cara armadura hecha con malla, generalmente reservada para los líderes. No obstante se fabricaban a mano, por lo que se introdujeron variaciones y, a menudo, se usaban distintos tipos de armadura en el campo de batalla, pues familias y legiones reutilizaban el equipamiento.