Taller de ingeniero bélico

Un ejército en marcha debe ser capaz de afrontar cualquier desafío. Para entrar en territorio enemigo, el ejército romano debía llevar consigo ingenieros especializados que pudieran construir lo que fuera necesario: puentes, fortificaciones, máquinas de asedio y calzadas. Era esencial la creación de una red de calzadas para que el ejército pudiera reabastecerse eficaz y rápidamente.

Todos los legionarios portaban herramientas para excavar, pero eran los ingenieros quienes aportaban su experiencia al grupo de trabajo. Entre los ejemplos de la extraordinaria ingeniería militar que se llevó a cabo en campaña, cabe destacar el puente que construyó Julio César para cruzar el Rin en el año 55 a. C., o la muralla y la enorme rampa de asalto que se construyeron en el asedio de Masada, en el 73 d. C. El ejército también tomó parte en importantes proyectos de ingeniería civil, la fabricación de ladrillos o la construcción de puertos y edificios.