Dique seco

En general, se suele ver a Roma como una potencia militar y no naval. Sin embargo, la armada fue esencial para el poder de Roma. Esta actuaba reforzando al ejército y transportándolo a la contienda. La armada romana actuó por todo el imperio y en los ríos principales, como el Danubio o el Rin, y disponía de instalaciones por doquier, pues los barcos necesitaban constantes cuidados para mantenerlos listos para la acción. En el mundo antiguo, la construcción de los diques secos se remonta, al menos, al 200 a. C. y los romanos tenían muchos para construir, reparar y mantener su classis o flota por todo el imperio.

Los ciudadanos romanos no tenían que trabajar como remeros y a los auxiliares que desempeñaban esa labor se les otorgaba la ciudadanía romana tras haber servido durante veintiséis años. Los romanos podían ser excelentes marinos. Una buena prueba de ello es la actuación de la flota de Octaviano en la batalla de Accio, en el año 31 a. C. Por desgracia, los enemigos no eran sino romanos al mando de Marco Antonio.