Urbe

Las ciudades del mundo antiguo se fundaban allá donde abundaban los recursos y era posible una eficaz defensa. Pasos de ríos, puertos y rutas naturales de comercio eran las ubicaciones ideales para el crecimiento de las grandes poblaciones.

El desarrollo de tales ciudades abarcó grandes periodos de tiempo y a menudo incorporaron la arquitectura de civilizaciones anteriores. En el año 305 a. C., la ciudad de Seleucia se expandió enormemente sobre una población ya existente en la ribera oeste del Tigris. En los siglos posteriores llegó a rivalizar en magnificencia con las grandes ciudades helénicas. A menudo, la expansión planificada se limitaba a los distritos de alto nivel de la ciudad: palacios. templos y zonas públicas. El resto se apiñaba como podía en el espacio disponible intramuros. Esto causó que con frecuencia los edificios más imponentes estuvieran solo a un tiro de piedra de sórdidas barriadas.