Establos de Arabia

La caballería ligera era muy común en los ejércitos de los estados orientales y las gentes de las estepas. Todos los tipos de caballería ligera, desde los aphraktoi a los escitas y los arqueros sakas, tenían la velocidad como escudo. Dependían de la rapidez y la resistencia de sus monturas, que iban desde los majestuosos caballos persas hasta los de raza armenia —que eran más pequeños pero más peleones— pasando por dromedarios e incluso camellos de Bactria. A estas valoradas unidades se les encomendaba con frecuencia la vigilancia de las rutas comerciales y las fronteras vacías; en tiempos de guerra se les empleaba como exploradores y caballería de flanqueo.

Durante las batallas se esperaba que la caballería ligera avasallase al enemigo con jabalinas o flechas, y que se retiraran rápidamente si entraban en conflicto con un contrincante superior. Cuando contaban con un número suficiente, la caballería ligera podía hacer huir a los escaramuzadores enemigos, pero solo podían enfrentarse a otras tropas cuando estas habían roto su formación, persiguiéndolas por el campo de batalla y evitando que se reagruparan.