Ciudad guarnicionada grande

Una guarnición tiene muchos propósitos. En los grandes imperios de la antigüedad, era fácil para el pueblo subyugado cuestionar la autoridad de un gobernante ausente o invisible. En la mayoría de los casos, una pequeña guarnición servía para recordar quién tenía el control, frustrando cualquier actividad rebelde antes de que esta comenzara.

Además, esto beneficiaba tanto a la economía local, pues los soldados buscaban la manera de gastarse el sueldo, como a los mismos soldados, cuya vida en una pacífica guarnición era mucho más preferible que estar de campaña. Muchas grandes y prósperas ciudades debían su éxito a la presencia de una guarnición.