Granja de cabras

Las cabras son una especie muy versátil y se encuentran de forma natural por todo el Peloponeso. Se las criaba y se las sacrificaba para obtener carne, leche, piel, cuero, los cuernos e, incluso, excrementos que servían como combustible. Se aprovechaba casi todo del animal. La piel de cabra es dura y correosa, lo que la convierte en un material ideal para crear recipientes para el agua o el vino; además, es el material con el que se fabricaba un rudimentario pergamino. Los cuernos se pueden usar para beber o afilarlos para hacer puntas de flechas o armaduras. ¡Hasta sus intestinos se pueden limpiar, raspar, dejar en remojo y ser estirados para convertirlos en cuerdas de arco!