Barracas reales

Los estados helénicos tenían un límite sobre el número de reclutas griegos disponibles, así que se usaba a los lugareños y los mercenarios. Después de Alejandro, los líderes valoraban la cantidad por encima de la calidad, y algunos amasaron ejércitos de hasta 70.000 hombres, de los que muy pocos eran de origen griego. Más al oeste, los estados helénicos se veían involucrados en distintos conflictos, lo que diezmó a los ejércitos e hizo que los mercenarios fueran esenciales para la guerra continuada. En el 227 a. C., Cleómenes III de Esparta hizo ciudadanos a cinco mil hombres libres y permitió que algunos esclavos compraran su libertad para tener así más potenciales reclutas. Las grandes derrotas sufridas por Filipo V de Macedonia lo obligaron a reorganizar su reino. Durante el periodo de paz, redistribuyó la población y pudo dejar un gran ejército con su hijo, Perseo.