Descripción
Como miembros destacados de la sociedad, los dignatarios deben promover su cultura mientras atienden a sus obligaciones administrativas en los ámbitos militar y cívico. Mediante actos para causar inestabilidad, pueden socavar la habilidad de los generales enemigos, entorpecer la labor del gobierno y dificultar el comercio, aplastar las culturas foráneas e incitar a las provincias para que se rebelen.