Para hacerte con el control de un asentamiento guarnicionado y fortificado, a menudo es necesario asediarlo. Durante un asedio, tus tropas lo rodearán e intentarán dejar a los defensores sin alimentos hasta que se rindan o lanzarán un asalto directo usando armas de asedio (tanto artillería como piezas como los arietes y las torres). Las tropas asediadas podrían optar por aventurarse a salir y enfrentarse a tu ejército en el campo de batalla; sin embargo, debes tener en cuenta que derrotar a esas tropas defensoras no necesariamente implica la rendición del asentamiento. Si te alzas con la victoria en un asedio, tu facción pasará a poseer esa provincia. Tienes una serie de opciones disponibles, detalladas a continuación, que llevan asociadas diferentes penalizaciones. También se producirán altercados del orden público cuando los nuevos señores de una región tengan una cultura diferente a la de la población local.
Las armas de artillería de asedio, como los onagros, pueden ser reclutadas del mismo modo que las demás unidades. Sin embargo, las máquinas de asedio se construyen en el sitio y se despliegan al atacar un asentamiento, por lo que necesitan una serie de turnos antes de poder sumarse al combate. Estas van desde los simples arietes hasta las enormes torres de asedio y sirven para atacar las murallas enemigas, aunque son lentas, pesadas y un objetivo atractivo para el enemigo. Es por esto que se recomienda escoltarlas por si el contrario osa salir para enfrentarse a sus atacantes.
Al igual que tus ejércitos protegen las regiones que se encuentran en peligro, tus asentamientos cuentan con sus propias guarniciones, que actúan como una fuerza básica de defensa. Estos hombres permanecen estacionados dentro del asentamiento y no abandonan sus puestos para unirse a los ejércitos durante la campaña. Los tipos de tropas de guarnición disponibles dependerán de los edificios construidos en un asentamiento determinado. Si bien no son los guerreros más diestros, estas guarniciones que se defenderán ante los asedios adquirirán fuerza y experiencia con el tiempo. Los puertos tienen una flota de guarnición para protegerlos de posibles saqueos y bloqueos navales.
Si decides rodear (asentamiento menor) o mantener el asedio (asentamiento principal) al atacar, tus fuerzas no entrarán en combate, pero debilitarán al enemigo hasta que los defensores bien intenten acabar con el asedio o se rindan a causa del hambre. Puedes ver el número de turnos que quedan para que se rindan en la esquina inferior izquierda del panel de batallas de asedio. Una vez que hayas decidido rodear/mantener el asedio, podrás romperlo en cualquier momento.
Si un asentamiento asediado tiene un puerto junto a él, la población del mismo continuará recibiendo suministros limitados del exterior. Esto hará que se doble el tiempo que tarda el asentamiento en rendirse. Si bloqueas el puerto y asedias el asentamiento, se rendirán mucho más rápidamente por el hambre.
Tras la conquista de una región, seguirá existiendo cierto grado de malestar como consecuencia del cambio de gobierno; especialmente si los nuevos gobernantes pertenecen a una cultura diferente. A esto se le llama "resistencia a la ocupación". Con el tiempo irá disminuyendo, pero nunca llegará a desaparecer por completo, por lo que es aconsejable dejar una guarnición adecuada y gestionar cuidadosamente los impuestos.
Tras llevar a cabo un asedio con éxito, puedes encontrar una serie de posibles escenarios. A quien haya realizado el asedio con éxito siempre se le dará la opción de ocupar o arrasar el asentamiento capturado. Las otras posibles opciones dependen de si se cumplen o no ciertos requisitos:
Esta opción no estará disponible si estás jugando con una facción bárbara. Tus tropas lo destruirán todo a su paso en el asentamiento, arrasando edificios y robando a la población local. Los saqueos conllevan una penalización al orden público y perjudicarán las relaciones diplomáticas entre tu facción y los anteriores dueños del asentamiento. Todos los cautivos serán convertidos en esclavos automáticamente.
Esta opción solo estará disponible cuando juegues con una facción bárbara. Tus tropas destruirán el asentamiento, arrasando edificios, saqueando y matando a los lugareños. No conquistarás el asentamiento, sino que lo dejarás en tan mal estado que ni sus verdaderos señores podrán sacar provecho de él y, además, sufrirán problemas de orden público, como consecuencia de tu saqueo. Evidentemente, vuestras relaciones diplomáticas se verán perjudicadas. Cualquier cautivo será ejecutado automáticamente.
Tus tropas ocuparán el asentamiento, lo harán arder hasta los cimientos, destruirán sus edificios y matarán a la población. Como es de esperar, las relaciones diplomáticas entre tu facción y los anteriores dueños del asentamiento se verán terriblemente perjudicadas. Cualquier cautivo será ejecutado automáticamente.
Tus fuerzas solo podrán liberar un asentamiento si la facción liberada era, al principio de la campaña, la propietaria original de ese asentamiento y de la región y ha sido destruida desde entonces. El control del asentamiento volverá a ellos; todos los cautivos serán liberados y vuestras relaciones diplomáticas serán extremadamente cordiales.