La historia del filósofo Sócrates está envuelta de misterio. Al no documentar ninguna de sus enseñanzas ni ideologías, hemos aprendido la mayor parte de lo que sabemos a través de los textos filosóficos o dramáticos de su "mejor discípulo", Platón. Esto se conoce como el "Problema socrático" pues intentar desenmarañar al verdadero Sócrates a través de los relatos que Platón hacía de él es algo prácticamente imposible. Sin embargo, lo que conocemos sobre Sócrates es su opinión sobre el diálogo y la filosofía, para los que creó el "método socrático". El método socrático pretende desvelar la verdad a través de un debate continuado como una forma para eliminar las hipótesis; de este modo, una crítica centrada en un supuesto argumento revela incoherencias y contradicciones que pueden demostrar que sea falso. El método busca la coherencia entre todas las cosas y considera a estas teorías que se mantienen coherentes como las verdades absolutas. Las enseñanzas de Sócrates repercuten en la misión definitiva en busca del conocimiento y la verdad o epistemología, que fue la base de la filosofía helénica.
