Diplomáticos
- +10 a la diplomacia con las facciones itálicas, íberas y africanas.
Descripción
Los romanos se tomaban sus leyes muy en serio y se veían a sí mismos como los árbitros supremos de la elegancia política y administrativa. El concepto de diplomacia, heredado de los antiguos ideales griegos, encajaba a la perfección en el entramado de los tratados políticos romanos. Del mismo modo que la República creció hasta convertirse en imperio, creció el alcance de sus negociaciones diplomáticas. El Senado decidía los designios de la política exterior y a los enviados se les ofrecían lujosas ceremonias de bienvenida. No obstante, no deja de ser cuestionable el éxito de la diplomacia romana. Roma era una potencia caracterizada por un agresivo expansionismo y su diplomacia a menudo parecía, en el mejor de los casos, una formalidad y, en el peor, pura sal sobre una herida.