Los gésates eran un grupo de guerreros galos de élite, famosos por su ferocidad. Su nombre viene a significar "lanceros" y eran mercenarios que luchaban contra los romanos. Estos eran célebres por combatir totalmente desnudos, algo que los romanos achacaban a un deseo de luchar sin estorbos cuando, en realidad, se debía al deseo de los gésates de estar aún más en contacto con la tierra. Este profundo contacto con la madre naturaleza les garantizaba su renacimiento en el otro mundo en caso de perecer en el de los mortales.
