Descripción
Los escaramuzadores de la caballería dependían de la velocidad de sus caballos para acercarse al enemigo, atacar y retirarse antes de que este contraatacase. Esta era su función principal cuando daban apoyo a los hoplitas: hostigar a falanges y escaramuzadores y solo perseguir al enemigo si este emprendía la huida. Casi todos empleaban jabalinas y a veces usaban la conocida formación del "círculo cántabro", en la que los jinetes cabalgaban creando una forma circular frente al enemigo y se turnaban para lanzarles sus jabalinas, antes de volver galopando a la retaguardia. Algunos jinetes escaramuzadores llevaban espadas y pequeños escudos, por si se veían en la tesitura de combatir cuerpo a cuerpo. La caballería tracia solía colgarse la pelta de media luna a la espalda, lo que les ofrecía unos mínimos de protección cuando se retiraban: una sana costumbre que habrían copiado sus vecinos.