Jardines de Dafne
Coste | 11,700 |
Coste de reparación | 4,680 |
Coste de reparación si está en ruinas | 9,360 |
- Edicto para promover la filantropía: -50% a los costes de conversión de edificios
- +20 a la riqueza por la agricultura
- +6 de influencia cultural helénica
- +2 de poder por turno para tu bando político
- +24 al orden público
- -8 alimentos
Descripción
Construidos en Antioquía, los de Dafne eran una serie de jardines y parques de recreo. En una región seca y desértica, cualquier jardín era un buen lugar en el que descansar. Los romanos, siempre dispuestos a condenar públicamente las inmoralidades y los vicios de los demás, señalaron este lugar como un foco de libertinaje y depravación. La verdad es que a los romanos no les interesó este lugar ni lo más mínimo.
Semejante actitud por su parte resulta extraña, pues la figura mitológica de Dafne jamás estuvo asociada a conductas disipadas o lascivas, más bien todo lo contrario. La de Dafne y Apolo no es precisamente una historia feliz. El dios Apolo, quien se consideraba buen arquero, ofendió a Eros y este tomó dos de sus flechas y se las lanzó a Apolo. La flecha con la punta de oro despertaba un deseo casi insaciable en aquel en quien se clavara, que en este caso fue Apolo. En cambio, la flecha con la punta de plomo haría a su víctima aterrorizarse ante cualquier acto de amor o intimidad. Esta fue la que se clavó en Dafne. Así, Apolo comenzó a perseguir a Dafne para saciar su deseo, a la vez que la pobre ninfa hacía cuanto estaba en su mano por huir. Agotada por la persecución, Dafne apeló a los dioses del río en busca de ayuda. Su padre la transformó en un laurel, mientras que Apolo, enloquecido de deseo, vindicó el laurel como su árbol especial. De ahí el uso de las hojas de laurel en el culto de Apolo.