Roma de Pompeyo (Emperor Edition)

La muerte de César significaba la lucha y la incertidumbre para muchos, pero, para Sexto Pompeyo, parecía una oportunidad única. Como hijo de Pompeyo el Grande, el principal adversario político y militar de César, se le persiguió continuamente por todo el mundo romano hasta que encontró refugio en Sicilia. La muerte de César fue una gran noticia: el Senado, desesperado por evitar otra dictadura, pidió la protección del paria. A Bruto se le concedió el mando del ejército y a Pompeyo, comandante entonces de la formidable flota siciliana, se le encomendó la misión de emplear la potente armada contra los partidarios de César.

Pompeyo aprovechó la inestabilidad política existente para extender su control a Córcega y Cerdeña. Tras la formación del segundo triunvirato, estos mismos territorios se cedieron a Octaviano, el hijo adoptivo de César. Pompeyo respondió bloqueando las rutas navales que abastecían a Roma. Aunque se rompió el bloqueo, Pompeyo no tuvo ningún problema en repeler el contraataque, sobre todo cuando el triunvirato concentró su atención en los demás asesinos de César.

Ahora, tales distracciones han dejado de serlo y Pompeyo supone el último bastión de la resistencia republicana a la dictadura. Si obra con diligencia, podría instigar el sentimiento antitriunvirato en el Senado y dirigirlo contra sus enemigos. Su ubicación le permite desplegar su flota con gran efectividad, aunque también lo convierte en un objetivo primordial para sus enemigos. El autoproclamado hijo de Neptuno tendrá que pensar cuidadosamente cómo jugar sus cartas...