Atenas

Atenas domina la próspera región de Ática y sus flotas son respetadas en todo el Mediterráneo oriental. Durante las guerras médicas, el oráculo de Delfos aconsejó a los atenienses buscar protección "tras murallas de madera", lo que estos interpretaron como sus navíos. Desde entonces, Atenas es reconocida por su poderosa y eficaz armada. Los ciudadanos atenienses también deben luchar en tierra, aunque se contratan mercenarios cuando es necesario.

Atenas, célebre por su arquitectura, su arte y sus escritores, cuenta con una larga tradición de logros. La cultura ateniense, con edificios como el Partenón, dedicado a Atenea, la patrona de la ciudad, escritores legendarios, como Aristófanes, Platón, Sócrates o Sófocles es lo que hoy entendemos como cultura griega.

Durante las guerras médicas y del Peloponeso, la ciudad-estado de Atenas logró permanecer independiente y seguir siendo una potencia para su tiempo; pero, tras la decisiva victoria de Filipo II en la batalla de Queronea, en el 338 a. C., pasó a formar parte del imperio macedonio. Tras la muerte de Alejandro Magno, sus generales se enfrentaron por Atenas. En el año 270 a. C., y gracias al apoyo de la dinastía ptolemaica de Egipto, Atenas consiguió volver a ser independiente. Quién sabe... Quizás podría fundar una tercera confederación ateniense y reafirmar su autoridad ante sus viejos aliados y sus rivales.