Boyos

Los boyos son una tribu celta de fieros guerreros y pastores seminómadas. Su nombre deriva de la palabra "guerrero" o "vaca", lo que les convierte en el "pueblo guerrero" o el "pueblo de pastores".

Aunque sus orígenes exactos no están claros, ya por el año 390 a. C. habían participado en las incursiones de los celtas en el norte de la península itálica. En su viaje hacia el sur, más allá de los Alpes, hicieron retroceder a los etruscos y ocuparon su territorio, a la vez que, desde el norte de los Alpes, avanzaron hacia el este, hacia la parte oriental de la moderna Alemania y hacia Bohemia, cuyo nombre se debe a la tribu que una vez se asentó allí. Históricamente, los boyos se aliaron con otras tribus de la Galia Cisalpina y con los etruscos contra la rápidamente expansiva República romana. En años posteriores, ya derrotados y rechazados, grupos de la tribu se unirían a la emigración helvecia que originaría las guerras de las Galias de César, apoyando a Vercingetórix en la batalla de Alesia. Sus territorios orientales acabaron pasando a manos dacias.

Con un estilo de vida característicamente frugal, la de los boyos es una sociedad centrada en la guerra y la agricultura. No en vano, sus bienes de más valor eran el oro y el ganado. Entre sus líderes, el estatus no solo se mide por su destreza en combate, sino por la cantidad de ganado que poseen y el tamaño de su séquito. Desde su posición actual, en Europa central, los boyos están bien situados para avanzar hacia el sur y atacar la península itálica o Grecia, hacia la Galia, al oeste, o hacia el este y las tribus dacias.