Getas (Piratas y saqueadores)

Los getas no son una sola tribu, sino una amplia confederación de ellas, asentadas en la región del Bajo Danubio. Se diferencian de otras tribus locales por su veneración a Gebeleizis, que se manifiesta a través del rayo y el trueno, y Zalmoxis, que representa la inmortalidad. No obstante es posible que se trate del mismo dios o, tal vez, que Zalmoxis fuese un profeta que predicara contra el temor a la muerte. Los getas están convencidos de que no hay otros dioses que no sean los suyos y, aun así, no dejan de tener sus más y sus menos con el mundo divino y hasta lanzan flechas a Gebeleizis durante las tormentas más fuertes.

Hay dudas sobre si los getas y los dacios eran el mismo pueblo o si se trataba de tribus diferentes unidas por una misma lengua. Los griegos se refirieron a ellos en primer lugar como getas tras su primer encuentro en el siglo VII a. C. Su caballería de choque y sus tácticas de ataque rápido les granjearon la fama cuando estaban bajo el control del ahora debilitado reino odrisio, al que ofrecían sus servicios militares.

Como muchos otros en la región, fueron víctimas del rey de Macedonia, Alejandro Magno, quien asoló los asentamientos getas antes de su expedición persa. Tras la muerte de Alejandro y el desmembramiento de su imperio, los getas se han beneficiado de la inestabilidad imperante en la región y han aprovechado la oportunidad para consolidar su poder. Ahora están listos para atacar tanto a sus antiguos señores como a sus vecinos más débiles. Ahogarán toda resistencia y devolverán cualquier agresión multiplicada por cien.