Nacida en el 83 a. C., Julia, madre de Marco Antonio, era la prima de Julio César. Sus lazos familiares, así como la lealtad a su comandante y su deseo de poder, convirtieron a Marco Antonio en uno de los simpatizantes más importantes de César, ya como líder militar, ya en los asuntos políticos. En el 54 a. C., tras liderar un regimiento de caballería gala en Siria y Judea, se unió a César en la Galia y luchó a su lado durante las guerra gálicas. En el 50 a. C., cuando los diez años del proconsulado de César llegaban a su fin y sus adversarios políticos ya maquinaban sus tretas, César consiguió para Marco Antonio los cargos de cuestor y tribuno. Al intentar usar su derecho a veto para proteger el imperium de César, Marco Antonio fue expulsado violentamente del Senado. Este fue uno de los agravios que César utilizó como excusa para cruzar el Rubicón, comenzando así la guerra civil.
