Fertilización
- +2% a la riqueza proveniente de la agricultura
Descripción
A medida que las distintas civilizaciones vieron reducida la tierra cultivable de la que disponían, se vieron obligadas a gestionar la calidad del terreno de forma mucho más cuidadosa. En el siglo VIII a. C., los griegos descubrieron que esparciendo excrementos de tordo sobre un campo cosechado se podía enriquecer la tierra para la siguiente cosecha. Los romanos, preocupados por la pequeña cantidad de tierra disponible en la cuenca mediterránea, se especializaron como nadie en solares cultivables y practicaron la agricultura de producción mixta. Utilizaron la técnica del barbecho (dejar descansar la tierra entre cosechas) para que sus rebaños fertilizaran el suelo de forma natural. Catón el Viejo, ilustre estadista romano, creó una lista de los fertilizantes más eficaces, entre los que destacaban “...desechos de los establos, excrementos lupinos, paja, tallos de alubias y hojas de roble y encina”.