Aunque muchas tribus bárbaras preferían las emboscadas y las tácticas de choque, algunas desarrollaron técnicas que se podían usar en batallas planificadas. Las tribus germánicas, por ejemplo, entraban en combate en columnas y, cuando los guerreros de distintas tribus luchaban juntos, cada tribu formaba su propia columna. Esto no solo les permitía luchar a su estilo, usando sus propios cánticos y danzas de guerra, sino que creaba rivalidad e incitaba a las tribus a demostrar a sus vecinos su poder en combate.
