Penteres de proyectiles, Honderos

Coste de reclutamiento 840
Coste de mantenimiento 168
Daño de proyectiles 20
Alcance 150
Disparos por minuto 7
Salud de los barcos 1,090
Velocidad de barcos 5
At. cuerpo a cuerpo 8
Daño de armas 24
Def. cuerpo a cuerpo 52
Armadura 15
Salud 45
Puntos fuertes y débiles
  • Buena resistencia del casco
  • Tripulación normal
  • Velocidad normal
  • Embestida normal
  • Abordaje pobre
  • Buen combate con proyectiles
  • Muy largo alcance
  • Velocidad de disparo normal
  • Inflige mucho daño, pero escasa perforación de armaduras
  • Muy débil cuerpo a cuerpo
  • Moral muy escasa
Descripción

El quinquerreme, en latín, o pentere, en griego fue usado por primera vez por los siracusanos contra los cartagineses alrededor del 398 a. C. Al igual que otros polirremes, lo más probable es que no tuviesen cinco filas de remos, sino que más bien se referían al número de remeros. En este caso, los remeros estarían colocados en filas de 2-2-1 subiendo desde la línea de flotación. Es de lógica mantener todo el peso posible en la parte baja del barco para ayudar a su estabilidad. Un centro de gravedad alto hace más probable que un barco vuelque si es golpeado desde un lado. Esa altura hizo del quinquerreme un formidable navío, tanto por su apariencia como por su eficacia en combate. Con un gran contingente a bordo y unas extensas cubiertas, este barco pesado podía hacer frente a la mayoría de enemigos y amenazas.

La península arábiga no era un estado, sino más bien una tierra ocupada por poderosas familias y tribus interrelacionadas. Los beduinos nómadas se dedicaban a la cría de ganado ovino y comerciaban mercancías por el desierto, mientras que la agricultura se concentraba alrededor de los oasis. Gracias al camello, las tribus nómadas adquirieron poder y, además, las diferentes tribus crearon muchos y diferentes estilos de combatir, si bien la infantería siempre jugó un importante papel en los ejércitos árabes. Los honderos, sin protección ninguna, eran rápidos y eficaces escaramuzadores, y los árabes también se jactaban se su eficiencia en los combates cuerpo a cuerpo. Tradicionalmente se dedicaban a los saqueos, más que a las conquistas. Estos saqueos o razzias eran un honor para los guerreros, además de proporcionarles ganado y bienes para la tribu. Los conflictos solían ser insignificantes y no solía haber demasiadas bajas, pues una noble retirada ante unas circunstancias adversas no se consideraba motivo de vergüenza. Tras la conquista de Egipto, Roma tuvo que cruzar la península arábiga para afianzar su lucrativo comercio con India, pero nunca llegó a conquistar del todo esta desértica tierra.

Disponible para las siguientes facciones: