Trihemiolia de persecución, Escaramuzadores celtas

Coste de reclutamiento 490
Coste de mantenimiento 98
Daño de proyectiles 32
Alcance 80
Disparos por minuto 7
Salud de los barcos 585
Velocidad de barcos 6
At. cuerpo a cuerpo 8
Daño de armas 24
Def. cuerpo a cuerpo 27
Armadura 40
Salud 50
Puntos fuertes y débiles
  • Resistencia del casco débil
  • Tripulación normal
  • Inalcanzable
  • Embestida débil
  • Abordaje pobre
  • Combate con proyectiles normal
  • Corto alcance
  • Gran velocidad de disparo
  • Inflige muchísimo daño y cuenta con una muy buena perforación de armaduras
  • Muy débil cuerpo a cuerpo
  • Moral muy escasa
Descripción

Se piensa que los rodios, una importante potencia naval en el Mediterráneo oriental, desarrollaron la trihemiolia —también conocido como el "dos y medio"— como barco para sus empresas piratas. Dado que Rodas es una isla que depende totalmente del mar y los barcos, esta teoría es creíble. Los piratas usaron la hemiolia, un pequeño barco muy útil que fue desarrollado a partir del birreme, que era un barco con dos filas de remos. Tiene sentido pensar que los cazadores piratas cogerían el trirreme, con tres filas de remos, y lo modificarían de modo parecido. La trihemiolia tenía tres filas de remos a cada lado, pero los remos de la fila superior se redujeron a la mitad, y se colocaban en el medio del barco. El resultado era un barco más rápido y más práctico y, sobre todo, más alto, lo cual suponía una gran ventaja para los arqueros que iban a bordo. También ofrecía un beneficio estratégico a los rodios, que solo podían contar con los hombres de una isla. Podían utilizar seis trirremes con un grupo completo de remeros o siete trihemiolias para el mismo número de hombres. Este útil diseño fue adoptado rápidamente por otras potencias marítimas por todo el Mediterráneo.

Para los celtas, la manera más honrosa de matar a un hombre era en un combate cuerpo a cuerpo. Daban mucho valor a la valentía personal y creían que matar a alguien a distancia era deshonroso; pero, no nos equivoquemos, pues honderos, jabalineros y arqueros seguían teniendo su lugar en el campo de batalla. Esta era, a menudo, la manera en que algunos celtas entraban en combate: los guerreros pagaban por su propio equipo, por lo que solo los más adinerados se podían permitir armaduras y armas de calidad, mientras que los pobres —hombres libres al servicio de los nobles— solían ser escaramuzadores. Aunque jamás podrían alcanzar el estatus de sus nobles señores, su participación en el combate les permitía demostrar su valor.

Requiere
: Edificios
Disponible para las siguientes facciones: