Nave de saqueo mediana de asalto, Espadachines con espada corta

Coste de reclutamiento 640
Coste de mantenimiento 128
Salud de los barcos 1,067
Velocidad de barcos 3
At. cuerpo a cuerpo 37
Daño de armas 34
Def. cuerpo a cuerpo 45
Armadura 45
Salud 50
Puntos fuertes y débiles
  • Buena resistencia del casco
  • Tripulación normal
  • Gran velocidad
  • Embestida débil
  • Buen abordaje
  • Ataque normal
  • Débil en defensa
  • Inflige daños medios pero posee una escasa perforación de armaduras
  • Escasa moral
Descripción

La mayoría de las tribus del norte de Europa no eran potencias navales, pero sí que contaban con hábiles marineros. También dominaban las técnicas de construcción de barcos y, aunque la mayoría de las embarcaciones eran barcos pequeños recubiertos de cuero para navegar en el interior y en la costa, se construyeron barcos más grandes para navegar en aguas profundas. Los carpinteros de ribera usaban tablas gruesas para los cascos; estas se unían entre sí para luego recubrir un esqueleto de madera, creando así una robusta embarcación que pudiese aguantar las condiciones del Atlántico. Julio César quedó sorprendido con la calidad de los barcos enemigos cuando su flota se encontró con los vénetos de los moderna Britania de la época. Los barcos de los vénetos tenían el fondo plano para poder navegar en aguas poco profundas, pero a la vez estaban construidos con roble pesado para soportar los mares más agitados. Esto los convertía en un fuerte enemigo para las galeras romanas y les permitía esquivar las embestidas. César decía que los barcos enemigos estaban construidos de "tablones de un pie romano de ancho, estaban sujetos con pinchos de hierro tan anchos como el pulgar de un hombre y las anclas usaban cadenas de hierro en vez de cables". Cuando los romanos se veían obligados a abordar se encontraban con temibles guerreros, acostumbrados a luchar cuerpo a cuerpo en mar abierto.

Estos guerreros irregulares y con poca experiencia eran reclutados de entre los agricultores, los cazadores y los jóvenes de la tribu. Blandían la espada corta celta, que servía principalmente para cortar y cercenar, no para dar estocadas, como el gladius romano. La espada corta era una evolución de la espada larga celta, anterior en el tiempo, pero de fabricación menos costosa. Estos soldados llevaban poca armadura, un sencillo escudo y compensaban su poco equipamiento y su escasa destreza en combate con su gran número. Algunos guerreros también llevaban jabalinas o dardos muy pesados, para lanzar en los momentos previos a una carga. Esto suponía que podían cumplir tanto el rol de escaramuzadores como el de infantería ligera.

Disponible para las siguientes facciones: