Trieres de proyectiles, Honderos orientales

Coste de reclutamiento 530
Coste de mantenimiento 106
Daño de proyectiles 23
Alcance 150
Disparos por minuto 7
Salud de los barcos 758
Velocidad de barcos 6
At. cuerpo a cuerpo 8
Daño de armas 24
Def. cuerpo a cuerpo 37
Armadura 15
Salud 45
Puntos fuertes y débiles
  • Resistencia del casco débil
  • Tripulación ligera
  • Gran velocidad
  • Embestida débil
  • Abordaje pobre
  • Combate con proyectiles normal
  • Muy largo alcance
  • Velocidad de disparo normal
  • Inflige mucho daño, pero escasa perforación de armaduras
  • Muy débil cuerpo a cuerpo
  • Moral muy escasa
Descripción

De todos los barcos de guerra del mundo antiguo, el trirreme o trieres es el más famoso y reconocible. En casi todas las películas de romanos de Hollywood aparece un trirreme por alguna parte. Este barco estaba expresamente diseñado para la guerra. Su nombre proviene de las tres filas de remos que tenía a los lados, una encima de la otra en columnas escalonadas para que los remeros tuviesen espacio para trabajar. Los remos de la fila superior giraban sobre un escálamo que estaba montado sobre un brazo que salía del casco. Esto permitía que los remos superiores pudiesen remar en un ángulo más inclinado para llegar al mar sin que se enredaran con los remos inferiores. El trirreme era el galgo de los barcos, capaz de acelerar a gran velocidad con una tripulación bien entrenada y, al contrario de la creencia popular, no todos los remeros eran esclavos. Los remeros de los navíos griegos eran ciudadanos y recibían respeto, no latigazos. Eran barcos para navegar con buen tiempo, y no eran aptos para mares violentos como el Atlántico. La fila inferior de remos se encontraba como mucho a menos de medio metro por encima de la línea de flotación. Sin embargo, eso no impedía que el trirreme fuese un arma magnífica contra otros barcos: una embestida a gran velocidad podía abrir un agujero en el lado de casi cualquier objetivo. También era lo bastante grande como para usarlo de otros modos, por lo que acabó llevando arqueros y otras unidades de artillería ligera.

Los honderos eran muy comunes en los ejércitos antiguos. La honda, de hecho, era un arma muy antigua que ya se usaba en el Paleolítico. Al contrario que los arcos, las hondas eran de fácil confección y tenían un gran alcance.

Se construían con lino, cáñamo o junco trenzado y tenían un apoyo sobre el que se colocaba la piedra. En un extremo tenían una presilla por donde se metía el dedo y, por el otro, un nudo o cinta para proporcionar agarre. El hondero insertaba el dedo corazón en la presilla y sujetaba el extremo anudado con el índice y el pulgar. A continuación, hacía girar la honda y soltaba el proyectil con un golpe de muñeca. La honda era un arma particularmente odiada por aquellos que sufrían sus proyectiles, y es que era un arma que se disparaba y recargaba con extrema facilidad.

La munición empleada podía consistir en piedras de ríos, trozos de arcilla o plomo, el cual podía llegar a una distancia de cuatrocientos metros. Los proyectiles a veces llevaban inscripciones con comentarios sarcásticos como "¡cógelo!" o "¡ahí va!". Era muy difícil detectar los proyectiles en el aire y, aunque carecían del poder penetrante de las flechas, podían romper huesos y armaduras a corta distancia. Es por todos sabido que el cónsul romano Paulo fue asesinado por el disparo de una honda en la desastrosa batalla de Cannas.