Penteres de artillería, Onagro griego (barco)

Coste de reclutamiento 760
Coste de mantenimiento 152
Salud de los barcos 1,020
Velocidad de barcos 6
Daño de proyectiles 200
Alcance 350
Disparos por minuto 2
At. cuerpo a cuerpo 9
Daño de armas 24
Def. cuerpo a cuerpo 14
Armadura 10
Salud 45
Habilidades
  • Proyectil incendiario
Puntos fuertes y débiles
  • Buena resistencia del casco
  • Tripulación mínima
  • Velocidad normal
  • Embestida normal
  • Abordaje pésimo
  • Combate con proyectiles excepcional
  • Largo alcance
  • Inflige mucho daño con sus distintas rondas
  • Difícil de destruir
  • Le falta precisión
  • Baja velocidad de disparo
Descripción

El quinquerreme, en latín, o pentere, en griego fue usado por primera vez por los siracusanos contra los cartagineses alrededor del 398 a. C. Al igual que otros polirremes, lo más probable es que no tuviesen cinco filas de remos, sino que más bien se referían al número de remeros. En este caso, los remeros estarían colocados en filas de 2-2-1 subiendo desde la línea de flotación. Es de lógica mantener todo el peso posible en la parte baja del barco para ayudar a su estabilidad. Un centro de gravedad alto hace más probable que un barco vuelque si es golpeado desde un lado. Esa altura hizo del quinquerreme un formidable navío, tanto por su apariencia como por su eficacia en combate. Con un gran contingente a bordo y unas extensas cubiertas, este barco pesado podía hacer frente a la mayoría de enemigos y amenazas.

El onagro recibe su nombre del asno salvaje y su peligrosa coz. Esta catapulta también hacía gala de un potente retroceso, cosa que aprenderían rápido los hombres encargados de su manejo. Aunque no era demasiado preciso, podía arrojar pesados proyectiles a una distancia considerable. Tenía un brazo para disparar, que estaba insertado en una cuerda retorcida hecha de tendones de animal y situada en un marco de madera. Al tirar de ella, la cuerda de tendones quedaba muy tensa y aguantaba el brazo hasta que se soltaba hacia delante para disparar el proyectil con gran potencia. El brazo golpeaba entonces el marco, lo que hacía que el onagro se tambalease con cada disparo de una manera impredecible. El onagro era principalmente un arma de asedio, de ataque zonal, aunque también se podía disparar contra grupos numerosos de soldados. Los proyectiles lanzados podían ser de varios tipos: piedras, vasijas de barro con todo tipo de mezclas incendiarias e incluso cadáveres para propagar enfermedades y temor... También se lanzaban cabezas cortadas a las ciudades asediadas como aviso de lo que les esperaba. Era un arma que se construía fácilmente con madera, lo que hizo que su uso se extendiera por todo el mundo antiguo.