Penteres de artillería, Balista griega (barco)
Coste de reclutamiento | 940 | |
Coste de mantenimiento | 188 | |
Salud de los barcos | 1,020 | |
Velocidad de barcos | 5 | |
Daño de proyectiles | 180 | |
Alcance | 420 | |
Disparos por minuto | 2 | |
At. cuerpo a cuerpo | 9 | |
Daño de armas | 24 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 14 | |
Armadura | 10 | |
Salud | 45 |
Habilidades
- Proyectil incendiario
Puntos fuertes y débiles
- Buena resistencia del casco
- Tripulación mínima
- Velocidad normal
- Embestida normal
- Abordaje pésimo
- Combate con proyectiles excepcional
- Tiene mucha precisión
- Muy largo alcance
- Gran velocidad de disparo
- Inflige menos daño que otros elementos de artillería
- Es fácil de destruir
Descripción
El quinquerreme, en latín, o pentere, en griego fue usado por primera vez por los siracusanos contra los cartagineses alrededor del 398 a. C. Al igual que otros polirremes, lo más probable es que no tuviesen cinco filas de remos, sino que más bien se referían al número de remeros. En este caso, los remeros estarían colocados en filas de 2-2-1 subiendo desde la línea de flotación. Es de lógica mantener todo el peso posible en la parte baja del barco para ayudar a su estabilidad. Un centro de gravedad alto hace más probable que un barco vuelque si es golpeado desde un lado. Esa altura hizo del quinquerreme un formidable navío, tanto por su apariencia como por su eficacia en combate. Con un gran contingente a bordo y unas extensas cubiertas, este barco pesado podía hacer frente a la mayoría de enemigos y amenazas.
Una balista podía apuntarse con efectividad en las distancias cortas, pero no era tan precisa en las largas. Podía disparar a una distancia de unos quinientos metros. Se servía de dos muelles de torsión con palancas insertadas en cuerdas retorcidas hechas con tendones de animales. Era muy poderosa para su tamaño. Disparaba dardos de hierro o pesados proyectiles y era igual de efectiva contra la infantería como contra la caballería. También podía desplegarse para destruir fortificaciones no demasiado resistentes durante los asedios. Fue desarrollada originalmente por los griegos alrededor del 400 a. C. basándose en el oxibeles —un arco compuesto de gran tamaño— y fue un instrumento muy popular entre las culturas de la época, incluida la romana. Las versiones romanas posteriores incluyeron partes ajustables que permitían a los hombres alterar rápidamente la tensión de cada cuerda de tendones para equilibrar la balista y aumentar su precisión.