Trihemiolia de persecución, Peltastas
Coste de reclutamiento | 650 | |
Coste de mantenimiento | 130 | |
Daño de proyectiles | 32 | |
Alcance | 80 | |
Disparos por minuto | 7 | |
Salud de los barcos | 585 | |
Velocidad de barcos | 6 | |
At. cuerpo a cuerpo | 18 | |
Daño de armas | 24 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 40 | |
Armadura | 65 | |
Salud | 50 |
Habilidades
- Resistente a la fatiga
- Esconderse en el bosque y en los matorrales
- Disparo incendiario
Puntos fuertes y débiles
- Resistencia del casco débil
- Tripulación normal
- Inalcanzable
- Embestida débil
- Abordaje pobre
- Combate con proyectiles normal
- Corto alcance
- Gran velocidad de disparo
- Inflige muchísimo daño y cuenta con una muy buena perforación de armaduras
- Posee un gran escudo
- Muy débil cuerpo a cuerpo
- Escasa moral
Descripción
Se piensa que los rodios, una importante potencia naval en el Mediterráneo oriental, desarrollaron la trihemiolia —también conocido como el "dos y medio"— como barco para sus empresas piratas. Dado que Rodas es una isla que depende totalmente del mar y los barcos, esta teoría es creíble. Los piratas usaron la hemiolia, un pequeño barco muy útil que fue desarrollado a partir del birreme, que era un barco con dos filas de remos. Tiene sentido pensar que los cazadores piratas cogerían el trirreme, con tres filas de remos, y lo modificarían de modo parecido. La trihemiolia tenía tres filas de remos a cada lado, pero los remos de la fila superior se redujeron a la mitad, y se colocaban en el medio del barco. El resultado era un barco más rápido y más práctico y, sobre todo, más alto, lo cual suponía una gran ventaja para los arqueros que iban a bordo. También ofrecía un beneficio estratégico a los rodios, que solo podían contar con los hombres de una isla. Podían utilizar seis trirremes con un grupo completo de remeros o siete trihemiolias para el mismo número de hombres. Este útil diseño fue adoptado rápidamente por otras potencias marítimas por todo el Mediterráneo.
Los peltastas eran escaramuzadores que recibían su nombre por los escudos, o peltai, de cuero o mimbre y con forma de luna creciente, que portaban. En el mundo griego, era costumbre habitual bautizar a las tropas en función del tipo de escudo que portaban. Apenas llevaban armadura e iban armados con tres jabalinas. Tras hostigar al enemigo, lanzándole jabalinas, se retiraban raudamente antes de que este pudiera llevar a cabo cualquier posible contracarga o movimiento de flanqueo. A medida que los ejércitos fueron elaborando tácticas más complejas, los peltastas se vieron obligados a tomar parte en los combates cuerpo a cuerpo y tuvieron que ser armados con corazas de lienzo rígido y espadas cortas. En ningún momento dejaron de usar sus jabalinas, pero estaban equipados para luchar en las distancias cortas. Al final, los peltastas cambiaron su característico escudo por el tureo, más pesado, aunque su nombre y su función en el campo de batalla siguieron siendo los mismos.