Hexeres de asalto, Hoplitas espartanos

Coste de reclutamiento 1,130
Coste de mantenimiento 226
Salud de los barcos 1,046
Velocidad de barcos 5
At. cuerpo a cuerpo 36
Daño de armas 26
Def. cuerpo a cuerpo 65
Armadura 80
Salud 65
Puntos fuertes y débiles
  • Gran resistencia del casco
  • Tripulación pesada
  • Poca velocidad
  • Embestida potente
  • Muy buen abordaje
  • Buena unidad defensiva
  • Causa pocos daños pero cuenta con una perforación de armaduras normal
  • Ataque normal
  • Moral normal
Descripción

Con el paso de los siglos, las tácticas navales y las necesidades cambiaron a lo largo del Mediterráneo. La tendencia fue la de tener barcos más grandes, en parte como expresión de poder nacional o dinástico. Los gobernantes ptolemaicos de Egipto tenían especial predilección por los barcos grandes que usaban como prueba fehaciente para mostrar su riqueza e influencia. Estos polirremes —término que significa "muchos remos"— no eran aptos para realizar embestidas durante el combate. En la práctica muchos de ellos no tenían más remos que los barcos más pequeños, lo que sí tenían eran más remeros por remo que estos. El hexarreme romano o el hexere griego tenían dos filas de remos con tres remeros por remo. Esto era una versión de dimensiones extremadamente grandes de un barco más pequeño. Aun así, debido a su construcción extremadamente pesada y fuerte, se movían muy lentamente y les era imposible girar rápidamente, lo que era necesario para aprovechar los errores enemigos. A cambio, estos grandes barcos le sacaban partido a sus anchas cubiertas y a su gran capacidad de transporte y se convirtieron en plataformas de combate para la infantería y la artillería. El abordaje o el bombardeo a larga distancia eran los métodos ideales para derrotar al enemigo. La guerra naval había vuelto a su punto de origen en lo referente a métodos de combate, aunque ahora los barcos eran de un tamaño mucho mayor.

Instruidos desde los siete años para una vida de combates en las campañas y dedicados en cuerpo y alma al adiestramiento militar, los espartanos estaban muy bien entrenados y eran expertos en el uso de sus armas y su equipo. Todo aquel que perdiera su escudo en el campo de batalla caía en deshonra pues, si bien la coraza y el casco protegían al individuo, el escudo protegía a toda la falange. Esto pone de relieve el hecho de que los espartanos eran una fuerza disciplinada y coordinada en extremo, muy superior a cualquier otra en el campo de batalla. Fueron los espartanos los que dirigieron la defensa del Peloponeso contra los persas en el 480 a. C. y, tras dos días combatiendo de sol a sol, disputaron la famosa batalla final en las Termópilas. Trescientos espartanos y sus aliados griegos bloquearon el estrecho paso entre los acantilados y el mar, forzando a los persas a un ataque frontal contra su mortal falange. Cuando, a causa de la traición de un griego, los espartanos fueron flanqueados, lucharon hasta la muerte. El tiempo que pasaron luchando contra los espartanos permitió a sus aliados griegos preparar una flota para derrotar a la armada persa cerca de la isla de Salamina y eso supuso el fin de la guerra.

Requiere
: Edificios
Disponible para las siguientes facciones: