Nave de saqueo de asalto, Montañeses mercenarios bactrianos
Coste de reclutamiento | 310 | |
Coste de mantenimiento | 230 | |
Salud de los barcos | 875 | |
Velocidad de barcos | 3 | |
At. cuerpo a cuerpo | 28 | |
Daño de armas | 26 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 36 | |
Armadura | 15 | |
Salud | 45 |
Habilidades
Puntos fuertes y débiles
- Resistencia del casco normal
- Tripulación ligera
- Grandísima velocidad
- Embestida débil
- Abordaje normal
- Ataque normal
- Escasa defensa
- Inflige daños leves pero cuenta con una buena perforación de armaduras
- Escasa moral
Descripción
La mayoría de las tribus del norte de Europa no eran potencias navales, pero sí que contaban con hábiles marineros. También dominaban las técnicas de construcción de barcos y, aunque la mayoría de las embarcaciones eran barcos pequeños recubiertos de cuero para navegar en el interior y en la costa, se construyeron barcos más grandes para navegar en aguas profundas. Los carpinteros de ribera usaban tablas gruesas para los cascos; estas se unían entre sí para luego recubrir un esqueleto de madera, creando así una robusta embarcación que pudiese aguantar las condiciones del Atlántico. Julio César quedó sorprendido con la calidad de los barcos enemigos cuando su flota se encontró con los vénetos de los moderna Britania de la época. Los barcos de los vénetos tenían el fondo plano para poder navegar en aguas poco profundas, pero a la vez estaban construidos con roble pesado para soportar los mares más agitados. Esto los convertía en un fuerte enemigo para las galeras romanas y les permitía esquivar las embestidas. César decía que los barcos enemigos estaban construidos de "tablones de un pie romano de ancho, estaban sujetos con pinchos de hierro tan anchos como el pulgar de un hombre y las anclas usaban cadenas de hierro en vez de cables". Cuando los romanos se veían obligados a abordar se encontraban con temibles guerreros, acostumbrados a luchar cuerpo a cuerpo en mar abierto.
La llanura bactriana se encuentra al oeste del Hindu Kush, en lo que hoy es Afganistán. Aparece por primera vez en los registros antiguos mencionada por Ctesias, un historiador griego (sobre el 400 a. C.), quien afirmó falsamente que el rey asirio Ninus derrotó a los bactrios en el 2140 a. C. Bactria era una tierra fértil, desarrollada y bastante próspera que atraería inevitablemente el interés del recién coronado Ciro el Grande durante la expansión del Imperio aqueménida. Con los aqueménidas, Bactria disfrutó del privilegio especial de ser gobernada por el príncipe heredero, o el supuesto heredero del linaje real. Existe la posibilidad de que, antes de la llegada de los persas, Bactria fuera gobernada por el reino medo antes de que este quedara sometido a los expansionistas aqueménidas. Al igual que muchas otras satrapías persas, Bactria intentó rebelarse contra sus señores a raíz de la derrota de Darío III frente a Alejandro Magno, pero acabó siendo sometida por el victorioso general.