Hexeres de asalto, Infantería noble númida
Coste de reclutamiento | 1,250 | |
Coste de mantenimiento | 250 | |
Salud de los barcos | 1,206 | |
Velocidad de barcos | 5 | |
At. cuerpo a cuerpo | 34 | |
Daño de armas | 29 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 63 | |
Armadura | 75 | |
Salud | 65 |
Puntos fuertes y débiles
- Gran resistencia del casco
- Tripulación pesada
- Poca velocidad
- Embestida potente
- Muy buen abordaje
- Muy buena unidad defensiva
- Causa pocos daños pero cuenta con una perforación de armaduras normal
- Ataque normal
- Goza de una buena moral
Descripción
Con el paso de los siglos, las tácticas navales y las necesidades cambiaron a lo largo del Mediterráneo. La tendencia fue la de tener barcos más grandes, en parte como expresión de poder nacional o dinástico. Los gobernantes ptolemaicos de Egipto tenían especial predilección por los barcos grandes que usaban como prueba fehaciente para mostrar su riqueza e influencia. Estos polirremes —término que significa "muchos remos"— no eran aptos para realizar embestidas durante el combate. En la práctica muchos de ellos no tenían más remos que los barcos más pequeños, lo que sí tenían eran más remeros por remo que estos. El hexarreme romano o el hexere griego tenían dos filas de remos con tres remeros por remo. Esto era una versión de dimensiones extremadamente grandes de un barco más pequeño. Aun así, debido a su construcción extremadamente pesada y fuerte, se movían muy lentamente y les era imposible girar rápidamente, lo que era necesario para aprovechar los errores enemigos. A cambio, estos grandes barcos le sacaban partido a sus anchas cubiertas y a su gran capacidad de transporte y se convirtieron en plataformas de combate para la infantería y la artillería. El abordaje o el bombardeo a larga distancia eran los métodos ideales para derrotar al enemigo. La guerra naval había vuelto a su punto de origen en lo referente a métodos de combate, aunque ahora los barcos eran de un tamaño mucho mayor.
Numidia tenía a sus espaldas una feroz tradición guerrera, en parte motivada por los enconados enfrentamientos y las luchas internas entre masilios y masesilos. Se posicionaron y cambiaron de bando en las guerras púnicas, en función de sus propios planes, y solo se convirtieron en un único estado tras la batalla de Zama, en el 202 a. C. Con la caída de Cartago, los númidas vieron el camino despejado para su expansión territorial, la cual les llevó a la guerra de Jugurta contra Roma, del 112 al 105 a. C. Solo se consiguió derrotar al rey númida Jugurta gracias a la traición de Boco, su suegro. Pese a su gran reputación como soldados de caballería, sus tropas de infantería también eran muy eficaces. El historiador Suetonio menciona la existencia de "legiones númidas" —término que, en los escritos de autores romanos, solía describir a las tropas romanas— en su comentario sobre el discurso de Julio César sobre la marcha de Juba, para ayudar a Escipión, antes de la batalla de Tapso. en el 46 a. C., lo cual sugiere no solo que luchaban de una manera similar a la romana, sino también que seguramente tenían un equipamiento parecido. Los númidas también adoptaron otras tácticas y equipamiento bélico, como escudos similares al tureo y espadas parecidas a las de los hoplitas.
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