Descripción
Las gentes de Media gobernaron en su día un extenso reino que abarcaba desde Persia central hasta Anatolia, lo que facilitó la creación de un estado unificado tras la caída del Imperio neoasirio en el 605 a. C. El reino medo duró hasta el año 505 a. C., cuando el rey persa Ciro el Grande conquistó sus tierras y creó el Imperio aqueménida. Con los aqueménidas, los medos eran considerados ciudadanos de prestigio y gozaban del mismo estatus que sus parientes persas. Ocupaban los cargos de funcionarios de gobierno, generales y "sátrapas" o gobernadores. En las batallas, los medos destacaban por la extraordinaria agilidad de sus jinetes, que fueron utilizados contra un decadente Imperio asirio y a cuya experta caballería superaron con sus diestros arqueros a caballo.