Templo de Armatus

Armatus era el dios de la guerra y, como en muchos otros pueblos antiguos, sus adoradores creían que la mejor manera de ganarse el favor de su dios era mediante sangre y sacrificios.

Gracias al testimonio del historiador romano Arriano, podemos hacernos una buena idea de cómo fue la revuelta iliria contra Macedonia, en el 335 a. C., y del rey que la planeó, Cleito el Ilirio. Dándose cuenta de que Alejandro Magno estaba ocupado en otro lugar, consiguió convencer a varios estados vecinos para que se le unieran en un alzamiento contra sus gobernantes griegos. Para obtener el favor de Armatus, Cleito sacrificó a tres muchachas, tres muchachos y tres carneros justo antes de la batalla de Pelión. Por desgracia, tales ofrendas no debieron satisfacer al dios ya que, tras haber luchado valerosamente, los ilirios fueron atacados por sorpresa por la noche. Alejandro lideró una pequeña fuerza móvil a su campamento y masacró a los rebeldes donde estos descansaban.