Tofet

Este enorme cementerio de niños era un campo de urnas en el que se cree que al menos tuvieron lugar unos 20.000 entierros. Los arqueólogos modernos le pusieron su nombre en referencia al lugar en el que los cananeos sacrificaban a los niños en el valle de Hinón, tal y como se describe en el Antiguo Testamento. Es imposible decir si los cartagineses llevaron a cabo esos mismos rituales o no; algunos escritores griegos y romanos insultan a los cartagineses por sus sacrificios de niños, pero podría tratarse de mera propaganda.

En función de los restos que quedan es casi imposible deducir si esos niños y jóvenes murieron por causas naturales o si fueron sacrificados. Si damos crédito a los testimonios que hablan de sacrificios humanos, los niños eran lanzados al fuego sagrado, como ofrenda a Baal Hammon. Aquellos lanzados a las llamas podían ser hijos de personalidades ricas y poderosas, ya que lo que se daba en sacrificio debía ser valioso para que el sacrificio fuera válido.