Lanceros a camello
Coste de reclutamiento | 400 | |
Coste de mantenimiento | 90 | |
At. cuerpo a cuerpo | 28 | |
Daño de armas | 25 | |
Bonif. vs jinetes | 15 | |
Bonificación de carga | 25 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 50 | |
Armadura | 25 | |
Salud | 85 | |
Moral base | 40 |
Habilidades
- Resistente a la fatiga
- Esconderse en el bosque
- Resistente al calor
- Asustar caballos
Puntos fuertes y débiles
- Ataque normal
- Débil en defensa
- Causa pocos daños pero cuenta con una perforación de armaduras normal
- Escasa moral
Descripción
Los camellos, tanto dromedarios como camellos bactrianos, fueron usados por los imperios orientales del mundo antiguo. Su olor penetrante desorientaba y asustaba a los caballos; es por esto que eran muy valorados como una unidad de choque ligera. Con el tiempo, su uso se extendió al norte de África y se dice que en la conquista del emperador Claudio de la lejana Britania se incluyó un destacamento de estos. Al igual que las unidades de caballería ligera, llevaban lanzas —y a veces jabalinas— para hostigar y perseguir a la caballería ligera, la infantería y los escaramuzadores. Su verdadera fuerza provenía de las cualidades de sus camellos, que les permitían patrullar por zonas áridas. El primer registro histórico del uso de los camellos en combate indica que fue en el año 853 a. C. entre Salmanasar III de Asiria y los doce reyes de Qarqar. El uso generalizado no se daría hasta mucho más tarde, como demostró la rápida formación del cuerpo de camellos por parte de Ciro II el Grande para la batalla de Timbrea en el año 547 a. C.