Multitud
Coste de reclutamiento | 40 | |
Coste de mantenimiento | 10 | |
At. cuerpo a cuerpo | 5 | |
Daño de armas | 24 | |
Bonif. vs infantería | 0 | |
Bonificación de carga | 3 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 12 | |
Armadura | 10 | |
Salud | 40 | |
Moral base | 20 |
Habilidades
Puntos fuertes y débiles
- Inflige muy poco daño y cuenta con muy poca perforación de armaduras
- Muy débil cuerpo a cuerpo
- Moral muy escasa
Descripción
En todo el mundo antiguo civilizado, la turba, el pueblo rebelándose, ha jugado un gran papel en auges y caídas de déspotas, reyes y políticos. Los gobernantes de las ciudades estado y, más directamente, de la República Romana debían vigilar de reojo el descontento de la población. El júbilo por un triunfo militar pronto podía tornarse en violencia ante lo que se percibiera como tiranía o abuso y, algunas veces, que hubiera disturbios o no dependía de un solo plato de comida. Un personaje público que fuera considerado un héroe podía convertirse en paria en poco más de un abrir y cerrar de ojos. Las turbas humanas, pese a no tener más armas que lo primero que encontraban a mano, conocían su terreno, las calles, y podían ser enormemente destructivas. El final de Tiberio Sempronio Graco ilustra, sin lugar a dudas, cómo la turba podía asesinar a golpes a quien hubo antes sido su adalid. A pesar de ser ya un tribuno plebeyo, el populacho se pensó que lo que realmente quería era erigirse en rey de Roma y lo mataron con mazas y estacas. Defendiendo su ciudad, el pueblo de Argos ayudó a matar al rey Pirro de Epiro cuando, desde un tejado, una mujer le lanzó una teja a la cabeza que le dejó lo suficientemente aturdido como para que un soldado argivo pudiera cortarle la cabeza.