Caballería de legionarios
Coste de reclutamiento | 825 | |
Coste de mantenimiento | 165 | |
At. cuerpo a cuerpo | 33 | |
Daño de armas | 25 | |
Bonif. vs jinetes | 15 | |
Bonificación de carga | 29 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 30 | |
Armadura | 70 | |
Salud | 80 | |
Moral base | 45 |
Puntos fuertes y débiles
- Buena capacidad de ataque
- Capacidad de defensa normal
- Causa pocos daños pero cuenta con una perforación de armaduras normal
- Moral normal
Descripción
La caballería legionaria se fue desarrollando durante toda la República mediante el reclutamiento de jinetes de Iberia, la Galia, Numidia y Tracia y tuvo que adaptarse a las circunstancias y recursos disponibles de cada momento. Al principio, la caballería de cada legión se componía de trescientos équites y entre seiscientos y novecientos socii. Esto suponía que el típico ejército consular de dos legiones contaba con entre mil ochocientos y dos mil cuatrocientos jinetes. Durante las guerras samnitas, pírricas, púnicas y la jugurtina, y por la dificultades que suponía gestionar un imperio que cada día se hacía más grande, se fue tendiendo poco a poco a usar la caballería aliada.
Con la transformación de los équites en oficiales de la legión y de los socii en ciudadanos, el número de jinetes reclutados de Italia se redujo drásticamente. En la época de las campañas galas del César, las legiones se valían casi exclusivamente de caballería aliada. El equipamiento no cambió demasiado durante este periodo. La lanza y la cota de malla usadas por los équites, puede que por influencia de los celtas, volvió a sus orígenes con el reclutamiento de la caballería gala. El estilo de los cascos y escudos sí cambió, pasando estos últimos de los pequeños y con forma redondeada de los équites a los tureos, que eran más versátiles.