Arqueros a caballo partos
Coste de reclutamiento | 430 | |
Coste de mantenimiento | 90 | |
Daño de proyectiles | 40 | |
Alcance | 125 | |
Disparos por minuto | 6 | |
Munición | 15 | |
At. cuerpo a cuerpo | 10 | |
Daño de armas | 24 | |
Bonificación de carga | 4 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 13 | |
Armadura | 10 | |
Salud | 75 | |
Moral base | 40 |
Habilidades
- Resistente a la fatiga
- Esconderse en el bosque
- Disparar en movimiento
- El disparo parto
- Resistente al calor
- Disparo pesado
- Disparo incendiario
Puntos fuertes y débiles
- Largo alcance
- Velocidad de disparo normal
- De movimiento veloz
- Muy débil cuerpo a cuerpo
- Moral muy escasa
Descripción
Como los saqueos eran una constante en la vida de muchas tribus, la figura del arquero a caballo destacó desde muy pronto en el mundo oriental, donde se produjeron guerreros enormemente eficaces. A diferencia de los que iban a pie, que portaban potentes y largos arcos, los arqueros a caballo sobresalían como formidables oponentes, con sus temibles arcos compuestos. Estos se hacían con madera, tendones, cuernos de animales y eran mucho más eficaces de lo que por su tamaño cabría esperar. En manos de un experto, la flecha por él disparada que acertara su objetivo podía perforar sin problemas una cota de malla. Su uso requería de gran fuerza y necesitaba muchos cuidados, como mantenerlo alejado de la humedad. Las campañas militares se libraban normalmente durante el verano y el otoño, por lo que los arcos se utilizaban durante los meses más secos. Los arqueros podían dejar descansar sus armas durante el invierno hasta empezar una nueva época de campañas.