Septere con proyectiles, Arqueros pesados sirios

Coste de reclutamiento 1,510
Coste de mantenimiento 302
Daño de proyectiles 35
Alcance 150
Disparos por minuto 6
Salud de los barcos 1,617
Velocidad de barcos 4
At. cuerpo a cuerpo 10
Daño de armas 24
Def. cuerpo a cuerpo 13
Armadura 40
Salud 50
Habilidades
Puntos fuertes y débiles
  • Resistencia del casco insuperable
  • Muchísima tripulación
  • Muy poca velocidad
  • Embestida potente
  • Buen abordaje
  • Muy buen combate con proyectiles
  • Largo alcance
  • Gran velocidad de disparo
  • Inflige mucho daño, pero escasa perforación de armaduras
  • Muy débil cuerpo a cuerpo
  • Escasa moral
Descripción

En el Mediterráneo se produjo una carrera entre varias naciones por construir buques de guerra de gran tamaño. El tamaño —que se medía por el número de remeros, la longitud del barco y su volumen— y, sobre todo, la majestuosidad de la nave, las convirtieron en un instrumento para demostrar tanto la capacidad de un gobierno como su potencial bélico. Un pueblo que podía costearse tales barcos era sin duda tan rico que podía sufragar el coste de cualquier guerra. El cuadrirreme era un buque de guerra muy práctico, capaz de maniobrar en combate. No se podía decir lo mismo de los enormes polirremes o "barcos con muchos remeros". La arqueología práctica muestra que el uso de muchas filas de remos es algo que no funciona, así que el polirreme quizás se refería más al número de remeros en la nave: un septirreme solía tener unos siete remeros por cada fila de tres remos, colocados con una disposición de 3, 3 y 2 por remo subiendo desde la línea de flotación. El rey Demetrio I de Macedonia lideró sus flotas en la batalla de Salamina, en el 306 a. C., desde la cubierta de un heptere o septirreme, pero sus ambiciones no acabaron ahí. Tampoco las de otros reinos y los barcos de guerra pesados posteriores llegaron a contar con once, trece y más remeros por fila. Al igual que los barcos más grandes podían llevar más remeros, estos también podían llevar grandes contingentes marinos, torres de arqueros y una gran variedad de útil artillería.

Los arqueros del este, siempre van en grupos numerosos, y pueden infligir importantes bajas. Los arcos compuestos que llevan les permiten un mejor ataque a distancia y una precisión y potencia mayores que las de sus homólogos occidentales. El arco compuesto, construido con madera, tendones y cuernos de animales, era más eficaz que el arco tradicional de madera, realizado de una pieza. Su centro ofrecía mayor flexibilidad, lo que permitía al arquero tensar más la cuerda y alcanzar mayor distancia y potencia. El arco compuesto podía alcanzar a un objetivo a 35 metros de distancia y perforar una armadura de cota de malla. Era necesarias una gran fuerza y resistencia, por lo que para usarlo debidamente había que tratarlo con sumo respeto y cuidado. Ya que las campañas militares se libraban durante los meses de verano y otoño, los arqueros podían dejar descansar sus armas durante el invierno, para más tarde repararlas y volver a encordarlas y tensarlas antes de volver a usarlas.