Descripción
Los cimbros eran una tribu germánica que emigró al sureste desde Jutlandia a finales del siglo II a. C., posiblemente por la anegación de los territorios de sus tierras bajas de origen. Cuando entraron en contacto con los ferocísimos boyos, los cimbros intentaron desplazarlos, pero fueron derrotados y emigraron a una zona ocupada por los tauriscios, una confederación de tribus celtas aliadas de Roma. No obstante, y tras entablar negociaciones con esta, los cimbros accedieron a marcharse. Los romanos, por su parte, cuando fingían estar escoltándolos hasta sus fronteras, tendieron a los cimbros una emboscada. Un lamentable error de cálculo, pues aquella batalla llevó a los romanos a una clara derrota. De hecho, si no hubiera sido porque se desencadenó una terrible tormenta, todo el ejército romano hubiera sido aniquilado. Si bien, en este punto, los cimbros habrían podido lanzarse a la invasión de la península itálica, cambiaron de rumbo y marcharon hacia la Galia y derrotando a Roma en varias ocasiones.
