Penteres con torre, Honderos

Coste de reclutamiento 980
Coste de mantenimiento 196
Daño de proyectiles 20
Alcance 150
Disparos por minuto 7
Salud de los barcos 1,020
Velocidad de barcos 5
At. cuerpo a cuerpo 8
Daño de armas 24
Def. cuerpo a cuerpo 22
Armadura 20
Salud 45
Puntos fuertes y débiles
  • Buena resistencia del casco
  • Tripulación normal
  • Velocidad normal
  • Embestida normal
  • Muy buen combate con proyectiles
  • Muy largo alcance
  • Velocidad de disparo normal
  • Inflige mucho daño, pero escasa perforación de armaduras
  • Muy débil cuerpo a cuerpo
  • Moral muy escasa
Descripción

El quinquerreme, en latín, o pentere, en griego fue usado por primera vez por los siracusanos contra los cartagineses alrededor del 398 a. C. Al igual que otros polirremes, lo más probable es que no tuviesen cinco filas de remos, sino que más bien se referían al número de remeros. En este caso, los remeros estarían colocados en filas de 2-2-1 subiendo desde la línea de flotación. Es de lógica mantener todo el peso posible en la parte baja del barco para ayudar a su estabilidad. Un centro de gravedad alto hace más probable que un barco vuelque si es golpeado desde un lado. Esa altura hizo del quinquerreme un formidable navío, tanto por su apariencia como por su eficacia en combate. Con un gran contingente a bordo y unas extensas cubiertas, este barco pesado podía hacer frente a la mayoría de enemigos y amenazas.

Los honderos eran muy comunes en los ejércitos antiguos. La honda, de hecho, era un arma muy antigua que ya se usaba en el Paleolítico. Al contrario que los arcos, las hondas eran de fácil confección y tenían un gran alcance.

Se construían con lino, cáñamo o junco trenzado y tenían un apoyo sobre el que se colocaba la piedra. En un extremo tenían una presilla por donde se metía el dedo y, por el otro, un nudo o cinta para proporcionar agarre. El hondero insertaba el dedo corazón en la presilla y sujetaba el extremo anudado con el índice y el pulgar. A continuación, hacía girar la honda y soltaba el proyectil con un golpe de muñeca. La honda era un arma particularmente odiada por aquellos que sufrían sus proyectiles, y es que era un arma que se disparaba y recargaba con extrema facilidad.

La munición empleada podía consistir en piedras de ríos, trozos de arcilla o plomo, el cual podía llegar a una distancia de cuatrocientos metros. Los proyectiles a veces llevaban inscripciones con comentarios sarcásticos como "¡cógelo!" o "¡ahí va!". Era muy difícil detectar los proyectiles en el aire y, aunque carecían del poder penetrante de las flechas, podían romper huesos y armaduras a corta distancia. Es por todos sabido que el cónsul romano Paulo fue asesinado por el disparo de una honda en la desastrosa batalla de Cannas.

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