Descripción
A partir del VIII a. C., siglo en que los colonos griegos establecieron puestos comerciales en el litoral occidental de la península itálica, cerca de la actual Nápoles, la región de Campania pasó a formar parte de la Magna Grecia y seguiría siendo fiel a los valores de la civilización helénica hasta que sus vecinos samnitas empezaron a emigrar desde sus montañosas tierras y desplazaron la cultura y la lengua griegas allí dominantes hasta entonces.
En esa tierra célebre por sus amplios paisajes, ideales para la cría de caballos poderosos, la emergente nobleza de Campania desarrolló su famosa caballería. Portaban pesadas jabalinas para las escaramuzas, espadas para los combates cuerpo a cuerpo y sabían sacar partido de su velocidad, agilidad y de sus flexibles tácticas para infligir daños a adversarios más pesadamente armados y lentos.
Tras las guerras samnitas con Roma, a principios del siglo III a. C., los campanos engrosaron la base de la caballería de los socii, integrada en las legiones romanas. Bien instruidos en las tradiciones ecuestres de su pueblo, eran unos jinetes muy apreciados y unos guerreros enormemente respetados.