Trieres, Marinos
Coste de reclutamiento | 500 | |
Coste de mantenimiento | 100 | |
Salud de los barcos | 693 | |
Velocidad de barcos | 6 | |
At. cuerpo a cuerpo | 42 | |
Daño de armas | 26 | |
Def. cuerpo a cuerpo | 61 | |
Armadura | 55 | |
Salud | 65 |
Habilidades
Puntos fuertes y débiles
- Resistencia del casco débil
- Tripulación ligera
- Gran velocidad
- Embestida débil
- Abordaje pobre
- Combate con proyectiles normal
- Unidad defensiva normal
- Causa pocos daños pero cuenta con una perforación de armaduras normal
- Débil en ataque
- Escasa moral
Descripción
De todos los barcos de guerra del mundo antiguo, el trirreme o trieres es el más famoso y reconocible. En casi todas las películas de romanos de Hollywood aparece un trirreme por alguna parte. Este barco estaba expresamente diseñado para la guerra. Su nombre proviene de las tres filas de remos que tenía a los lados, una encima de la otra en columnas escalonadas para que los remeros tuviesen espacio para trabajar. Los remos de la fila superior giraban sobre un escálamo que estaba montado sobre un brazo que salía del casco. Esto permitía que los remos superiores pudiesen remar en un ángulo más inclinado para llegar al mar sin que se enredaran con los remos inferiores. El trirreme era el galgo de los barcos, capaz de acelerar a gran velocidad con una tripulación bien entrenada y, al contrario de la creencia popular, no todos los remeros eran esclavos. Los remeros de los navíos griegos eran ciudadanos y recibían respeto, no latigazos. Eran barcos para navegar con buen tiempo, y no eran aptos para mares violentos como el Atlántico. La fila inferior de remos se encontraba como mucho a menos de medio metro por encima de la línea de flotación. Sin embargo, eso no impedía que el trirreme fuese un arma magnífica contra otros barcos: una embestida a gran velocidad podía abrir un agujero en el lado de casi cualquier objetivo. También era lo bastante grande como para usarlo de otros modos, por lo que acabó llevando arqueros y otras unidades de artillería ligera.
La guerra naval en la antigüedad no era sino otra manera para que dos o más infanterías lucharan entre sí. Las primeras batallas navales documentadas pertenecen a China, batallas de "garfios y agarres" donde las operaciones de abordaje y el combate cuerpo a cuerpo eran decisivas para hacerse con la victoria. Durante la segunda guerra púnica, Roma acabó con la famosa maestría naval de Cartago con la creación del "corvus", un puente que, instalado en un barco, permitía a sus soldados realizar abordajes y luchar. Así, cabe decir que en la antigüedad hubo poca diferencia entre luchar en tierra o en el mar y que, en este último caso, lo importante era saber adaptarse a los vaivenes del mar para mantener el equilibrio al tiempo que se derribaba al oponente. Los hoplitas hicieron acto de presencia en los barcos griegos no solo como pasajeros, sino que ayudaron a los ejércitos griegos a llevar a cabo operaciones a mayor distancia y con una mayor flexibilidad.