Templo de los Cabiros

Los Cabiros eran un par de "daimones" o dioses menores. Su mitología y su origen son de lo más variado pues, durante mucho tiempo, su veneración estuvo restringida a los cultos al misterio en las islas de Samotracia y Lemnos, en el mar Egeo. A los Cabiros se les suele asociar con Hefesto, el dios griego del fuego y la metalurgia y hasta se ha llegado a insinuar que este fuera su padre y que ellos le ayudaban en su forja de Lemnos.

Es posible que los Cabiros fueran originalmente deidades puramente tracias, protectoras de los marineros, antes de que se les relacionara con los dioses helenos. De los marineros griegos se sabe que se encomendaban a los Cabiros en momentos de peligro.

A ambos se les consideraba defensores del hedonismo y auspiciaban las danzas y orgías que los samotracios ofrendaban a sus principales dioses, como Perséfone. En la tragedia griega Los Cabiros de Esquilo, estos incluso hacen de anfitriones de los argonautas, entreteniéndoles con los elementos típicos de una orgía alimentada por el alcohol.