Templo de Sabacio

Los tracios veneraban a Sabacio como dios del cielo; nómada jinete y uno de los héroes tracios. Era el suyo un panteón de dioses siempre representados a caballo. Sin embargo, todo indica que el culto a Sabacio no se limitaba solamente a Tracia. Hay testimonios que también lo relacionan con el panteón griego; de hecho hay referencias de ello en Macedonia y hasta tan lejos en oriente como Frigia.

El factor común de todos los adoradores de Sabacio, a pesar de sus diferentes apariencias, parecen ser los caballos y el dominio ecuestre. En muchas estelas y otros artefactos encontrados se le describe como un guerrero a caballo en el cielo, armado con un báculo y combatiendo a la serpiente de la Tierra. Como tal, Sabacio era conocido como el padre del cielo y su culto reflejaba, como en muchas otras culturas antiguas, la veneración al vasto desconocimiento de los cielos. Por ejemplo, los mismos hunos adoraron el cielo eterno como su dios principal, el cual recibía el nombre de Tengri. Zeus y Júpiter, los reyes de los panteones griego y romano respectivamente, también eran venerados por albergar el poder del cielo y el trueno, el cual les servía como prueba de su poder sobre todos los demás dioses. De hecho, el sufijo "cio" en Sabacio es el equivalente etimológico de Zeus, lo que pone de relieve una vez más la relación existente entre ellos. Más aún, Sabacio también estaba relacionado con el dios nórdico Odín. Conocido como el "padre de todos", Odín también montaba en su caballo Sleipnir, al igual que los héroes tracios.