Cloaca Máxima

La Cloaca Máxima era la gran alcantarilla central de Roma. Aún hoy, partes de ella siguen en uso para drenar el agua de lluvia de la Roma moderna. Fue construida por los etruscos en el siglo VI a. C. como un canal abierto, pero los romanos construyeron sobre este cuando la población creció. El agua llegaba a Roma por los acueductos y de ahí se distribuía a fuentes, palacios, baños y letrinas hasta llegar a diferentes desagües secundarios que daban a la Cloaca Máxima, adonde se vertían todos los desechos de Roma que luego iban a parar al río Tíber y acababan, por último, en el mar. ¡En las residencias privadas, el alcantarillado lo constituían los orinales y los pozos ciegos! Un sistema de alcantarillado tan sofisticado tenía a su propia deidad para que velara por él: la diosa Cloacina se encargaba de mantener la ciudad limpia en la superficie.