Hay cierto debate sobre los orígenes exactos de las primeras monedas, aunque es generalmente aceptado que algunas de las monedas más primitivas del Mediterráneo procedían de Lidia, en Anatolia. La primera moneda griega se produjo en la isla de Egina, a unos veinticuatro kilómetros al sur de Atenas. Egina era una civilización basada en el comercio que acuñó una moneda llamada "tortuga", por la imagen de este animal impresa en ella. Similares a guijarros, estas primitivas monedas estaban hechas de electro, una aleación de oro y plata.
