Bosque sagrado
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Descripción
Los lugares de adoración celtas siempre estuvieron abiertos a los elementos. Los celtas construían templos de piedra en muy raras ocasiones y preferían usar las lindes naturales, como árboles o las orillas de los lagos para separar el mundo sagrado del mundano. Los bosques eran lugares especialmente sagrados y se les conocía como nemeton o "bosques sagrados". A los bosques de robles se les consideraba realmente mágicos y cualquier cosa que creciera sobre un roble sagrado era un regalo o una señal de los dioses.