Sacrificio humano
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Descripción
Además de la práctica habitual de sacrificar animales, las tribus germanas también llevaban a cabo sacrificios humanos para apaciguar a los dioses. Estos podían asumir distintas formas y variar de una tribu a otra. Los testimonios romanos y las pruebas arqueológicas sugieren que las formas más comunes eran el ahogamiento, la decapitación y la quema. También podían enfrentar a un guerrero contra un enemigo capturado —una primitiva manera de intentar predecir el resultado de una batalla— o ahogar a los esclavos que lavaban el carro de Nerthus en su lago sagrado. Igual que hacían con los animales, a las víctimas de los sacrificios las colgaban de los árboles en sus bosques sagrados.